Ilógicamente, el reciclaje ha sido clasificado como una actividad desarrollada en su mayoría por población de bajos recursos económicos como un modo de sustento, pero agrada saber que existan aquellos emprendedores que rompen la monotonía, dan un giro de 180 grados y cambian el curso normal de las cosas. Es el caso de Gloria Gonzales, quien a sus 61 años reconoce que en cada residuo está la oportunidad de construir nuevos objetos… De construir sus sueños.
Hace 3 años, doña Gloria, empezó a ver el reciclaje como la posibilidad de iniciar su pequeño negocio. Años atrás, había realizado manualidades como: punto de cruz, trabajos con madera y elaboración de velas, en ella siempre estuvo presente ese espíritu innovador, el mismo que hoy le permite contribuir con el cuidado del medio ambiente.

“Cuando hice muñecos de navidad con cascaras de huevo, puse a toda mi familia y a mis amigos a comer huevo soplado, tenían prohibido comerlo cocido o tibio, para que no dañaran las cascaras. Después venía el proceso de lavarlas, pintarlas y decorarlas, fueron la sensación en esa época decembrina, incluso aún conservo algunos de esos adornos y están en muy buen estado”, cuenta doña Gloria, entre risas.

La magia de esta mujer activa y emprendedora, no sólo está en su sonrisa, también en sus manos, ella con hojas de revista y periódico, diseña individuales para comedor, posavasos y, además, confecciona accesorios para mujeres como: aretes, pulseras, collares, entre otros,
Su creatividad no tiene límites. Con la parte inferior de las latas diseñó llaveros, con los jeans viejos hizo bolsos, construyó lámparas con vidrio y, decoró marcos de cuadros con pistachos.

Ahora su reto es reemplazar la cerámica que se utiliza para decorar cocinas y baños, por una novedosa propuesta a través de los discos compactos. “El proceso es sencillo, corto los cd”s en forma de cuadrado y entre las dos láminas coloco pintura, después va por unos minutos al horno microondas y eso se compacta, quedando similar a las cerámicas que venden en algunos almacenes”.

“Para aprender a reciclar sólo se requiere disposición”, comenta doña Gloria. Pues lo que ha aprendido, ha sido a través de algunos programas de televisión y cuando se le despierta su curiosidad en internet.

Uno de sus proyectos a corto plazo es participar en ferias o mercados nacionales, y porque no, internacionales; donde pueda mostrar todo su talento, y a largo plazo sueña con construir su taller y enseñar el proceso de reciclar a futuras generaciones.
“Lo que se puede reciclar, se puede trabajar”, concluye.
Maria Teresa Blanco
Periodista

John H. Barrera
Asesor de comunciaciones

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