Los cuidadores de los páramos siguen recibiendo reconocimientos

En el corregimiento de Santandercito, Cundinamarca, 37 líderes ambientales de este departamento, Meta y Bogotá recibieron de la RAPE Región Central, el reconocimiento como Guardapáramos Voluntarios, gracias a labor que iniciarán en protección y conservación de estos ecostemas.

Además liderarán proyectos medio ambientales con sus comunidades que también contarán con el apoyo de la RAPE.

“En mi infancia mi padre era un cazador. En la casa se exhibían animales disecados como el águila de páramo, el cernícalo y gavilanes; sin embargo, en un momento él reaccionó y se dio cuenta de que estaba haciendo las cosas mal, cambió el chip y empezó a proteger y a defender a las aves de los páramos. A partir de eso sus hijos seguimos su ejemplo y entendimos que cuidar los páramos es salvar vidas y es lo que queremos seguir haciendo”, así lo narró Sandro Susa, habitante del Páramo de Guerrero, quien fue reconocido como Guardapáramos Voluntario.

Historias como la de Sandro han inspirado a más hombres y mujeres del centro del país quienes de manera voluntaria han participado en los procesos de formación de Coaching Ambiental y asumirán está labor en los complejos de páramos que atraviesan sus departamentos y la capital.

“Capacitamos a 105 Guardapáramos y en esta ocasión 37 recibieron su título para actuar como gerentes de la naturaleza. Después vamos implementar una formación en temas más  técnicos y así seguiremos apoyando su labor, vital para la provisión de agua de la Región Central del país”, indicó Fernando Florez, director de la RAPE Región Central.

Tras recibir su certificación ellos estarán al frente de la implementación de iniciativas que incentiven el cuidado de los 15 complejos de la Región Central. “Lo que buscamos es que también se integren las corporaciones autónomas regionales y la empresa privada en este propósito de proteger nuestros páramos ”, agregó el director.

El último grupo de GuardaPáramos Voluntarios se graduará el próximo domingo 7 de abril en la Cabaña San Cayetano del municipio de Paipa, Boyacá.

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