Con recursos por más de 15.000 millones de pesos, la administración de la capital presentó una estrategia de financiación para que los mejores estudiantes, sin importar su situación socioeconómica, accedan a una carrera universitaria.
La Alcaldía de Bogotá lanzó el Fondo de Financiación – Educación para Todos con el que ofrecerá becas a 2.000 bachilleres para que entren a la universidad con créditos condonables. Se trata de una ampliación del Fondo para la Financiación de la Educación Superior creado en 1999 durante la primera administración de Enrique Peñalosa con la que los recursos de ayudas financieras para este fin pasarán de un valor de 7.377 millones de pesos a 15.500 millones.
Como explicó el alcalde y, de cara a cumplir las metas que se propuso su administración para 2020, “nosotros tenemos un compromiso dentro del Plan de Desarrollo de ampliar en 35.000 los cupos de estudiantes en educación superior en Bogotá”.
La estrategia de Peñalosa recuerda mucho al programa Ser Pilo Paga del gobierno -pero focalizado solo en la capital- que desde 2015 busca democratizar el acceso a la educación superior de los estudiantes con mejor desempeño académico pero con dificultades socioeconómicas para matricularse en las mejores universitarias del país.
Ahora, el nuevo fondo de la Alcaldía retoma ese concepto de que los mejores estudiantes en la Prueba Saber 11 podrán aplicar a un crédito condonable en cualquier carrera carrera técnica, tecnológica o profesional con un valor de matrícula de hasta 8.114.887 pesos cada una y obtendrán hasta 1.475.434 de pesos semestrales para pagar textos, materiales de estudio y transporte.
Con esta estrategia se espera además generar nuevas fuentes de financiación para las becas por medio de aportes voluntarios de los contribuyentes. La idea es la siguiente: cualquier empresa podrá donar entre el 3 % y el 10 % del valor del Impuesto de Industria y Comercio (ICA) para subvencionar esta estrategia.
A cambio, la empresa podrá poner en sus productos comerciales el sello “Yo financio – Educación Superior para Todos” que la certifique como donante, para que así “los ciudadanos reconozcan su aporte al sector educativo y los compren”, dijo el alcalde.
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La diferencia será que, mientras que para aplicar a Ser Pilo Paga es imprescindible pertenecer al Sisben, para los créditos del fondo de Educación para Todos pueden estudiantes de cualquier estrato socioeconómico.
Cabe aclarar que serán condonables entre un 70 % y 100 %, dependiendo del cumplimento de ciertas condiciones, como por ejemplo que el estudiante obtenga su título académico y que realice una pasantía social o una práctica laboral, aparte de la que exige su carrera, en las empresas de los donantes voluntarios.
Quienes quieran participar en la convocatoria deberán ser estudiantes de grado 11 de un colegio público o privado, presentar los resultados de la Prueba Saber 11 y estar en proceso de admisión o ser admitido en una universidad pública o privada de la capital. El 25 de octubre se abrirá la convocatoria y el 7 de diciembre se darán a conocer los seleccionados, indicó María Victoria Angulo, secretaria de Educación de Bogotá.
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El concejal Nelson Cubides, del Partido Conservador, quien impulsó el acuerdo sobre el fondo en el Concejo de Bogotá, hizo énfasis en el hecho de que “se eliminó la limitación que había de los estratos socioeconómicos. Todos los estratos pueden participar siempre y cuando se demuestre esa vulnerabilidad y excelencia académica”, señaló Cubides.
Anteriormente, el Fondo de Educación Superior destinaba exclusivamente a los estratos 1 y 2. Ahora, en el ‘Fondo de Educación para Todos’, cualquier estudiante puede participar, aunque se les dará prioridad a los de estrato 1, 2 y 3.
