• Con la implementación de esta tecnología se aprovechan los excedentes, rechazos y residuos de producción, logrando una mayor disponibilidad de alimentos para la comunidad y la mejora de la rentabilidad del cultivo para 50 familias campesinas.
  • En Colombia, esta fruta cuenta con un área sembrada de 35 mil hectáreas, un rendimiento promedio de 10 toneladas por hectárea (t/ha), estimándose una producción nacional de 350 mil toneladas por año.

Bogotá, D. C., 27 de noviembre de 2023. En el marco del convenio entre la Región Administrativa y de Planificación Especial (RAP-E) y la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria (Agrosavia) se busca disminuir las pérdidas poscosecha, mediante la transformación y conservación de productos frescos y perecederos a través de un proceso de deshidratación.

Esta tecnología innovadora combinará la energía solar pasiva y fotovoltaica para lograr un mayor aprovechamiento de la abundante radiación solar típica de la región. “A través de una caracterización del terreno y del sistema de cosecha y poscosecha del mango, se priorizó la ‘Asociación Agroproductores del Tolima Mangovipaz’ del municipio de El Espinal (Tolima), brindándoles una técnica innovadora como lo es el deshidratador solar de alimentos, con el propósito de responder a las necesidades de los agricultores y agregar valor a sus productos, además de reducir el efecto de la caída de los precios en torno al comportamiento de la oferta y la demanda de esta fruta”, expresó Ricardo Agudelo Sedano, gerente de la RAP-E Región Central.

El objetivo de esta iniciativa es lograr conservar, prolongar y extender el término de vida de la producción frutícola y, fortalecer las capacidades técnicas y económicas de las familias campesinas de este departamento.

Andrés Rodríguez, presidente de Mangovipaz destacó el trabajo colectivo de las dos entidades. “Gracias al apoyo de la RAP-E y Agrosavia, con investigación precisa, estamos avanzando en el desarrollo y montaje de un deshidratador solar. Esto nos permitirá ofrecer precios más justos siendo competitivos para los intermediarios, además de mejorar nuestras capacidades productivas y la calidad de vida en nuestra región”.

Dentro de las actividades que se están desarrollando en el proyecto, también se realiza el seguimiento en las etapas de crecimiento del mango. “Las variedades más cultivadas en el territorio son: Filipino, Yulima, Hilacha Común y Manzano, se hace la respectiva marcación de cada uno de los frutos registrando su diámetro y longitud inicial, a partir de ahí, se hace el seguimiento hasta que se identifique el punto óptimo de cosecha y de maduración del mango”, precisó Kelly Pedroza, profesional de Agrosavia. Todo esto, con el propósito de realizar un sistema de control de calidad de la fruta para que el proceso de deshidratación sea un éxito.

Es importante resaltar que esta oferta tecnológica es muy versátil y puede ser utilizada para la deshidratación de cualquier otro producto hortofrutícola perecedero, abriendo puertas a nuevos mercados, promoviendo su vinculación a cadenas de valor y reduciendo las pérdidas de alimentos en la Región Central.

 

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