• Con la implementación de esta tecnología, 50 familias campesinas aprovechan los excedentes y residuos de producción de sus cosechas, mejorando la rentabilidad del cultivo y disminuyendo la intermediación en los procesos de comercialización.
  • La iniciativa es resultado del trabajo articulado entre la Región Administrativa y de Planificación Especial (RAP-E) y la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria (Agrosavia).

Bogotá, D. C., 21 de marzo de 2024. El deshidratador usa la energía solar pasiva para el secado de la fruta y, opera con energía fotovoltaica para el funcionamiento de sus componentes (ventiladores y extractores). Esta tecnología permite la deshidratación de productos hortofrutícolas con el propósito de disminuir las pérdidas por sobreproducción de estos alimentos, mediante su transformación.

El proceso de deshidratación de frutas consiste en cortar el producto en tajadas, agruparlo en bandejas y someterlo a altas temperaturas, logrando que el nivel del agua que se encuentra en el interior de la fruta se disminuya hasta alcanzar el 14%. Y logrando una vida útil de hasta 12 meses.

Andrés Rodríguez, presidente de la Asociación de Agroproductores del Tolima, Mangovipaz, destacó que “esta tecnología trabaja 24 horas los 7 días a la semana. Hemos iniciado con el mango deshidratado y la ganancia está entre el 30 y 40% de costo sobre producto vendido. Con esta infraestructura lograremos aprovechar todo el potencial del sol y las altas temperaturas constantes en nuestro municipio”.

El deshidratador también permite fortalecer las capacidades técnicas y económicas de las familias campesinas de este territorio. “Aproximadamente 50 familias han resultado beneficiadas con esta iniciativa que permite la conservación y transformación de frutas. Esto a su vez, le apunta al desarrollo de la estrategia de sostenibilidad del Plan de Abastecimiento Alimentario de la Región Central que busca generar valor agregado en los productos alimentarios para contribuir en la oferta de empleo rural y disminuir la pérdida de productos” mencionó, Yamir López, director Técnico de la RAP-E.

Asimismo resaltó que, “en Colombia un (1) kilo de mango deshidratado, puede tener un valor de aproximadamente 117.000 pesos; en el exterior puede alcanzar el valor de 35 libras esterlinas, es decir, superior a los 165.000 pesos colombianos. Es por eso, que debemos seguir apostándole a replicar estas tecnologías en toda la Región Central”.

Esta iniciativa también le apuesta a la reducción de las pérdidas y desperdicios de alimentos que en Colombia superan los 9.76 millones de toneladas al año y solo en la Región Central alcanzan cerca de 4 millones, es decir, el 40% del total nacional. “Este deshidratador tiene la característica de aumentar la vida útil del producto y evitar su perdida, así como la generación de desperdicios por sobre maduración del fruto”, precisó Kelly Pedroza, profesional de Agrosavia.

Se espera, en próximos meses, continuar trabajando en esta vitrina tecnológica junto con otras entidades y organizaciones de los demás territorios asociados a la Región Central: Bogotá D. C., Boyacá, Cundinamarca, Huila y Meta.

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