• Cada 28 de mayo, se conmemora el Día Mundial de la Nutrición, una efeméride establecida en 2002 por la Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética (FESNAD), con el propósito de promover hábitos alimentarios saludables y generar conciencia sobre la importancia de una nutrición adecuada para el bienestar.
  • En Colombia, más del 54% de los hogares no logra acceder a una alimentación balanceada, y en la Región Central donde habitan más de 16 millones de personas, esta realidad exige acciones urgentes e integrales.

Bogotá, D. C., 28 de mayo de 2025. En el marco del Día Mundial de la Nutrición, la Región Central de Colombia se posiciona como un polo de innovación en sistemas agroalimentarios sostenibles ante un escenario global que enfrenta retos crecientes en nutrición y seguridad alimentaria. La RAP-E lidera iniciativas que promueven el acceso a alimentos frescos y nutritivos para miles de familias, generando un impacto social y económico significativo al fortalecer cadenas productivas más equitativas y eficientes, desde el campo hasta la mesa.

“Impulsar una mejor nutrición no solo significa mejorar la dieta de las personas, sino también dignificar la labor de quienes cultivan nuestros alimentos, reducir las pérdidas en la cadena de abastecimiento y fortalecer el tejido social en nuestros territorios. Desde la RAP-E conectamos a productores, consumidores e instituciones en una misma visión: una Región Central más alimentada, consciente y sostenible”, afirmó Ricardo Agudelo Sedano, gerente de la RAP-E Región Central.

Este modelo de trabajo articulado ha permitido que los territorios de Bogotá, Boyacá, Cundinamarca, Huila, Meta y Tolima integren la nutrición como eje central de sus estrategias de desarrollo rural y urbano. Con una perspectiva territorial y acciones concretas, se han consolidado los circuitos cortos de comercialización, promovido el consumo responsable y priorizado la producción local como motor de progreso.

Sobre este proceso de articulación y sus impactos, Agudelo Sedano, líder de la primera entidad pública supradepartamental del país, destacó que: “fortalecer la agrologística regional es clave para garantizar que los alimentos no se pierdan en el camino y lleguen con calidad y oportunidad a quienes más los necesitan. Desde la Región Administrativa y de Planeación Especial (RAP-E) Región Central, estamos construyendo una red de cooperación entre gobiernos locales, organizaciones comunitarias, el sector académico y actores de la cadena de abastecimiento en los eslabones de cosecha, poscosecha y comercialización agrícola, que nos permite avanzar con soluciones concretas. Iniciativas como el Plan de Abastecimiento Alimentario de la Región Central, la estrategia de sensibilización ‘Sin Pérdidas, Ni Desperdicios’ y los procesos de formación técnica dirigidos a más de 900 participantes del sistema alimentario regional, evidencian que, con una mirada territorial y un trabajo coordinado, es posible consolidar un modelo logístico que responda a las realidades locales y garantice el derecho a una alimentación digna para todos”.

Radiografía de la inseguridad alimentaria en la Región Central

Pese a los avances, la inseguridad alimentaria sigue siendo un desafío crítico para la Región Central y el país. Según el boletín técnico 2023 del Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (DANE) basado en la Escala FIES, el 26,1 % de los hogares colombianos presentan inseguridad alimentaria moderada y el 4,8 % una condición grave. En el caso de la Región Central, los indicadores revelan realidades alarmantes: Tolima lidera con un 32,6 % de hogares afectados por inseguridad alimentaria moderada o grave, seguido de Cundinamarca (27,2 %), Meta (25,9 %), Huila (22,7 %) y Bogotá (21,2 %). Esta última cifra implica que cerca de 1,8 millones de personas en la capital enfrentan dificultades para acceder a una alimentación suficiente y nutritiva.

En cuanto a la inseguridad alimentaria grave, aquella que implica que algún miembro del hogar dejó de comer por lo menos un día entero en el último año, Tolima alcanza un 5,5 %, Bogotá y Meta 4,7 %, Cundinamarca 4,1 %, Huila 2,8 % y Boyacá 1,5 %. Estos datos visibilizan las brechas estructurales que persisten en el acceso a alimentos y subrayan la urgencia de fortalecer las políticas públicas territoriales enfocadas en combatir el hambre con un enfoque integral, equitativo y sostenible.

La labor de la RAP-E adquiere una relevancia estratégica, al avanzar con un enfoque territorial y colaborativo que transforma el sistema agroalimentario, impulsando soluciones eficaces que aseguran alimentos para todos y fortalecen el desarrollo regional. Este compromiso es importante para garantizar el derecho a la alimentación y construir un futuro estable y resiliente en la Región Central.

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