• La Región Central se consolida como líder nacional en producción cafetera, apostándole a cafés especiales con gran impacto económico y social.
  • Los departamentos de Huila, Tolima y Boyacá se destacan por su volumen de sacos y calidad gourmet, reforzando a Colombia como tercer productor mundial.

Bogotá D. C., 27 de junio de 2025 — La caficultura colombiana vive un momento de transformación, y en el centro de este cambio se encuentra la Región Central. Según datos de la Federación Nacional de Cafeteros en el 2024, la producción nacional de café alcanzó un récord cercano a los 14,8 millones de sacos, la cifra más alta en casi tres décadas. En este escenario, los departamentos de Huila, Tolima y Boyacá han escalado posiciones como referentes no solo en cantidad, sino en calidad.

Huila se consolida como el líder indiscutible de la producción nacional, con cerca del 19 % del total de sacos cosechados, superando incluso a Antioquia. Con más de 86.000 familias caficultoras y 145.000 hectáreas cultivadas, el departamento ha sabido combinar tradición con innovación. Asimismo, datos de la UPRA y la Red de Información y comunicación del sector agropecuario colombiano (AGRONET) del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, destacan que municipios como Pitalito son reconocidos a nivel internacional por sus cafés premiados, y más del 90 % de sus municipios cultivan cafés especiales, orgánicos o con certificación de origen.

El reporte de Área, Producción y Rendimiento Nacional por Cultivo de la UPRA para el periodo 2023 – 2024, muestra la evolución de la producción, área cosechada y rendimiento del cultivo de café destacando su participación porcentual con respecto al total nacional.​ Dentro de este análisis el Tolima mantiene una destacada participación con el 12,9 % de la producción nacional. Sus cultivos, enclavados en tierras volcánicas y altitudes ideales, producen granos con perfiles sensoriales únicos, con notas frutales, florales o achocolatadas, que lo hacen destacar en ferias y concursos de café de especialidad. Además, el departamento ha venido consolidando procesos comunitarios de transformación y exportación directa, lo que fortalece su economía rural.

Boyacá y Cundinamarca, aunque con menores volúmenes, emergen como territorios clave en la producción de microlotes de alta calidad. En municipios como Moniquirá, San Pablo de Borbur o Tibacuy, se desarrollan proyectos que apuestan por variedades exóticas, fermentaciones diferenciadas y prácticas sostenibles. Mientras tanto, Meta y Bogotá D.C. exploran nuevas apuestas productivas, enfocadas en la caficultura regenerativa y de conservación.

Innovación caficultora: aporte clave para la economía del país

Los departamentos de Huila y Tolima, se concentran hoy con más del 30 % de la producción nacional, lo que está dando lugar a una reconfiguración del mapa cafetero colombiano. El aporte de la Región Central no se limita al volumen de producción. En términos económicos, la cosecha cafetera de 2024 generó ingresos por más de 16 billones de pesos, y para 2025 se proyecta alcanzar los 15 millones de sacos. Además, esta región impulsa un modelo más incluyente: solo en Huila, más de 27.000 mujeres lideran unidades productivas y cooperativas cafeteras.

La apuesta por cafés especiales —ya no como un nicho, sino como un estándar— es el nuevo rostro del café colombiano. La Región Central se posiciona así como símbolo de una caficultura resiliente, moderna y con aroma a futuro.

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