• La Región Administrativa y de Planificación Especial (RAP-E) y la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria (Agrosavia), elaboraron estos prediseños con el propósito de preservar la calidad del plátano que se cultiva en zonas de ladera de alta pendiente.
  • Los beneficiarios pertenecen a la Asociación de Familias Campesinas Víctimas y Vulnerables Productoras, Procesadoras y Comercializadoras del Plátano (Asproplat) del corregimiento de Zuluaga, en el municipio de Garzón (Huila).

Garzón (Huila), 22 de marzo de 2024. Con el objetivo de promover el desarrollo, la validación y difusión de tecnologías innovadoras que se centren en reducir las pérdidas poscosecha en las cadenas de producción de frutas y hortalizas de la Región Central, se adelantan acciones tecnológicas como el diseño de sistemas de transporte por cable aéreo que permitirán trasladar productos agrícolas en condiciones de primera calidad y a bajo costo.

Dicho sistema de transporte reducirá las lesiones que se producen en la fruta, lo que permitirá mejorar su precio de venta. “Hemos trabajado el desarrollo de unos sistemas de cable para poder bajar el producto sin que sufra mayores afectaciones. En conjunto diseñamos 18 cables que esperamos sirvan de base para la adquisición del recurso monetario y, de este modo, la asociación logre en el corto plazo empezar a tecnificar su proceso y, además, transformar su producto para que tenga una mayor rentabilidad y utilidad”, señaló Jorge Aya, responsable del eje de Infraestructura Logística, Transporte y Servicios Públicos de la RAP-E.

Dado que el precio de los productos hortofrutícolas se basa en la apariencia de este, el plátano se clasifica en tres categorías; aquel que se encuentra en perfecto estado es de primera, cuando tienen afectaciones son catalogados como de segunda, y aquellos con magulladuras, golpes o cuando su proceso de maduración este avanzado se considera de tercera.

El deterioro de la calidad del producto hace que el precio de venta se reduzca a la mitad, por ejemplo, el precio de venta de kilo de plátano de primera calidad supera los 1.000 pesos, mientras que el precio de segunda calidad alcanza como máximo los 500 pesos por kilo. “Buscaremos poder ofertar un producto de excelente calidad que ayude a la disminución de las pérdidas, así como a una rentabilidad mayor a la hora de ofertar y venderlo”, expresó Carlos Montero, presidente de Asproplat.

Actualmente, se avanza en el análisis de la inversión requerida para la puesta en marcha de estos sistemas. “Estamos realizando el diagnóstico y la evaluación de factibilidad para la implementación de este tipo de sistemas en la producción de plátano. Entregamos a cada productor las características y condiciones técnicas, así como una proyección de los costos”, señalo Alfonso Cubillos, investigador PhD de Agrosavia.

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