• Cada año en Colombia se pierden cerca de 9,7 millones de toneladas de alimentos, de las cuales 2,02 millones corresponden a la Región Central. De esta cifra, Bogotá concentra cerca del 59%, con un total de 1,2 millones de toneladas de pérdidas.
  • La RAP-E y Logyca desarrollan una estrategia de fortalecimiento agrologístico que busca optimizar la producción, el almacenamiento y la comercialización, promoviendo prácticas sostenibles y eficientes en Bogotá, Boyacá, Cundinamarca, Huila, Meta y Tolima.

Bogotá, D. C., 2 de mayo de 2025. En una de las zonas agrícolas más representativas de Cundinamarca, el municipio de La Mesa se convirtió en escenario de una jornada transformadora para el futuro del campo colombiano. En este territorio, la Región Administrativa y de Planeación Especial (RAP-E) Región Central y Logyca / Asociación, lideraron un exitoso encuentro regional técnico y experiencial centrado en la reducción de pérdidas y desperdicios de alimentos, desafío estratégico para la sostenibilidad agroalimentaria del centro del país.

La iniciativa reunió a productores, técnicos agropecuarios, instituciones públicas y organizaciones de la región, quienes participaron activamente en este espacio que combinó conocimiento aplicado, innovación logística y soluciones colaborativas para mejorar las prácticas de manejo poscosecha, aprovechamiento de excedentes y transformación de productos perecederos.

“Desde la RAP-E respaldamos este taller con un enfoque práctico y territorial, especialmente en la cadena productiva del mango en la vereda San Joaquín, municipio de La Mesa. Además de trabajar en la identificación de pérdidas y desperdicios, presentamos el sistema de información Sumercé, una herramienta clave para caracterizar la producción agropecuaria y frutal de la región, incluyendo cultivos de cítricos y frutales. Uno de los grandes logros de esta jornada fue fortalecer la presencia institucional en territorio, permitiendo que los productores y actores del abastecimiento se sientan acompañados y respaldados por nuestra Entidad”, destacó Sergio Córdoba, profesional del eje de Seguridad Alimentaria y Desarrollo Rural de la RAP-E Región Central.

A partir del diálogo directo con los actores de la cadena agroalimentaria local, se identificaron barreras estructurales, así como oportunidades para fortalecer el sistema productivo desde el territorio. En ese sentido, la participación de los agricultores fue esencial para construir propuestas adaptadas a sus realidades, incorporando elementos como la innovación tecnológica, la asociatividad y el valor agregado. Así lo señaló Daniel Fernando Prato, gerente de investigación de Logyca, al referirse al enfoque integral abordado durante la jornada:

“Construimos estrategias que parten de la necesidad de un cambio cultural en el manejo de los alimentos, promoviendo la adopción de estándares y buenas prácticas agrícolas. Este enfoque permite que los productores empiecen a desarrollar una visión de negocio más amplia, en la que no todo depende exclusivamente de la cosecha y la comercialización, sino también de la transformación de los productos. En ese sentido, la implementación de nuevas tecnologías y el fortalecimiento de la asociatividad son muy importantes para avanzar en la reducción de pérdidas en un municipio con una alta oferta de mango y otras frutas”, explicó.

El espacio formativo permitió recoger las voces de productores rurales que, desde sus experiencias, evidencian el valor de estas iniciativas para transformar sus prácticas y fortalecer sus proyectos productivos. Olga Lucía Martínez, emprendedora del municipio de La Mesa, Cundinamarca, dedicada a la elaboración de vino artesanal a partir de frutas transformadas, fue una de las asistentes al encuentro y destacó los conocimientos adquiridos durante la sesión. “El taller me brindó herramientas muy valiosas. Aprendí a identificar las falencias que tenemos en el proceso de recolección, transporte y conservación de la fruta, lo cual es fundamental para obtener un producto de calidad. Gracias a la formación pude entender cómo reducir pérdidas y aprovechar mejor los recursos en mi emprendimiento”, expresó.

Finalmente, esta visión de integración entre los diferentes actores del territorio también fue destacada por las entidades participantes. Carlos Augusto Ríos Martínez, gerente de la seccional Cundinamarca del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), enfatizó que este tipo de espacios permiten avanzar hacia una atención más efectiva y coherente al productor rural. “Es muy importante para nosotros haber compartido con otras entidades del Estado, donde además pudimos generar contactos que nos permitan seguir trabajando de forma articulada. No se trata de actuar por separado, sino de ofrecer soluciones conjuntas, porque finalmente el Estado es uno solo, el productor es uno solo y debemos llegarle con respuestas integrales”, señaló.

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