La Región Central se constituye como epicentro y espacio seguro para el reencuentro de actores del conflicto y organizaciones sociales. El reto asumido es lograr la creación de políticas y fortalecer la atención integral a las víctimas del conflicto.

(Bogotá, 11 de junio de 2021). Dando cumplimiento a lo establecido en el pacto de Sumapaz, específicamente en el sexto punto, que busca apoyar los espacios de reconciliación nacional y regional en cuanto a la construcción de paz con justicia social, la Región Administrativa y de Planeación Especial y sus mandatarios asociados, a través de su Eje de Gobernanza y Buen Gobierno, lidera la construcción de un capítulo especial de seguridad, paz y reconciliación.

En el marco de la elaboración de la estrategia, la RAP-E ha suscrito un acuerdo de cooperación con el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), donde se incorpora la construcción de paz ligada a la implementación de programas y proyectos priorizados por las mesas planeación colaborativas, acciones que se armonizan con las metas de los planes de desarrollo, que serán llevadas a la agenda política de gestión.

“Queremos que nuestra Región Central se convierta en una escuela de paz en donde, a través de la cultura ciudadana, la transparencia en el actuar público y privado y un modelo de seguridad regional, logremos respetar la vida y reducir la inequidad e insatisfacción de los ciudadanos, especialmente de los más afectados por conflicto armado”, expuso Fernando Flórez, gerente de la RAP-E.

A su turno, Osman Díaz, coordinador del Eje de Gobernanza y Buen Gobierno, explicó que actualmente se están estudiando todas las medidas planteadas por el Consejo Nacional de Reincorporación, que puedan asegurar la puesta en marcha de la estrategia. «Hemos abordado el tema de territorio y habitabilidad; gestión de proyectos productivos, procesos de tejido social comunitario, salud y educación. En ese orden, esta estrategia contemplará cuáles son esas medidas efectivas que podemos realizar con los departamentos asociados y, por supuesto, con la Alcaldía de Bogotá, para que coadyuven en la implementación de estos mecanismos que den un nuevo momento a la historia de Colombia y que posibiliten la construcción de paz”.

Mesa preparatoria de reincorporación
Por su liderazgo y asesoría en la construcción de la estrategia de seguridad, paz y reconciliación, la RAP-E viene trabajando (desde septiembre del 2020) con los firmantes del Acuerdo de Paz y entidades encargadas de la implementación, seguimiento y verificación del Acuerdo de Paz, en la proyección de un documento que será presentado ante la Alcaldesa de Bogotá y los gobernadores de Boyacá, Cundinamarca, Huila, Meta y Tolima, con el fin de que se adopte de manera regional.

“Queremos que Cundinamarca sea el departamento piloto para este ejercicio que viene liderando la RAP-E de la mano con el PNUD, donde nos asisten de manera propositiva y proactiva. Desde la Agencia para la Paz y la Convivencia somos los responsables de liderar esta gestión, articulando las entidades y recursos para la construcción y la promoción de paz en el departamento”, afirmó Sandra Correales, gerente de la Agencia de Cundinamarca para la Paz y Convivencia.

Ruta y diagnóstico
Debido a los vacíos en la articulación nacional, regional y local, se generó un análisis que permite desarrollar acciones pertinentes para generar transiciones y una territorialización subregional que implemente medidas efectivas y que permita la postergación del conflicto armado y social en el país.

• Identificación de alertas tempranas en los municipios que hacen parte de los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (Pdet), que dan cuenta de una baja implementación de los Acuerdos de Paz.
• Reconocimiento de los procesos asociados a la generación de conflicto, con una lectura de la seguridad y la convivencia que cierran las puertas a que se presente una nueva propagación de conflicto.

• Exploración en la necesidad de la firma de los pactos regionales para sacar las armas de la política.

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