Por: Ricardo Agudelo Sedano
Con un ambicioso proyecto aprobado por el Gobierno Nacional, se podrán recuperar y conservar los ecosistemas de alta montaña en la Región Central, los páramos, fundamentales para la seguridad hídrica y para la vida misma de nuestras comunidades. ¿De qué se trata?
Con el respaldo del Gobierno Nacional, tenemos luz verde para un proyecto crucial: la recuperación y conservación de los ecosistemas de alta montaña en la Región Central, particularmente, los páramos esenciales para la seguridad hídrica y la vida comunitaria. Este proyecto, liderado por la RAP-E y Conservación Internacional Colombia, tiene como meta la protección de los páramos de Chingaza, Sumapaz, Guerrero y Guacheneque, que son vitales para el abastecimiento de agua en el centro del país.
Este es un momento histórico para nuestra región. Desde ahora y hasta el 2026, con una inversión de más de 90,000 millones de pesos del Fondo para la Vida y la Biodiversidad, restauraremos 9,000 hectáreas, contribuyendo al desarrollo de territorios más resilientes al cambio climático y fortaleciendo la seguridad hídrica.
Este proyecto no solo es una parte fundamental de nuestro Plan de Seguridad Hídrica de la Región Central, sino que también se alinea con el Plan Nacional de Desarrollo «Colombia Potencia Mundial de la Vida» y los planes de desarrollo territorial. Estamos transformando la gestión del territorio en torno al agua, asegurando un suministro suficiente y de calidad para nuestras necesidades de producción y consumo doméstico.
¿Cómo lo lograremos? A través del Programa Ecorregión Páramos, abordaremos la conservación, gobernanza y adaptación climática con medidas de restauración de ecosistemas, participación comunitaria y acciones complementarias. Implementaremos el Plan de Manejo del Parque Natural Regional Vista Hermosa Monquentiva en Cundinamarca, y registraremos 30 nuevas reservas naturales, fomentando la cooperación comunitaria a través de encuentros, intercambios de experiencias y acuerdos para la protección de la alta montaña.
En el frente de adaptación climática, desarrollaremos acuerdos prediales para la gestión sostenible y la restauración de áreas degradadas, implementaremos prácticas de producción agropecuaria respetuosas con el medio ambiente e identificaremos nuevas oportunidades de comercialización.
Este esfuerzo conjunto, apoyado por el Gobierno Nacional, la capacidad técnica de la RAP-E Región Central, Conservación Internacional, y la participación de múltiples entidades, incluyendo corporaciones autónomas regionales, gobernaciones y alcaldías, nos permite trabajar unidos por territorios resilientes y alcanzar la justicia ambiental que nuestro planeta demanda.
Tomado de: El Espectador