Actualmente, son varios los países en todo el mundo que buscan alternativas de movilidad para minimizar el uso de los autos, principalmente en grandes urbes, donde predomina este medio de transporte. El aumento del número de automóviles y el impacto ambiental que genera su funcionamiento debido al uso de combustibles fósiles, han llevado a que en Bogotá la bicicleta reclame su espacio.

La conexión de la ciudad más grande de Colombia con la bicicleta inició en los años 70, cuando la ciudad empezó a cerrar temporalmente y por unas horas las principales vías de la ciudad para que sus habitantes tuvieran la oportunidad de salir a pedalear en familia o con amigos por las avenidas de la ciudad.

Esta tradición ha continuado hasta la fecha y cada domingo o día feriado, Bogotá, cierra de 7:00 a. m. a 2:00 p. m. alrededor de 110 kilómetros de las principales calles, que en la semana generalmente están congestionadas, para que entre 1 y 1,7 millones de personas rueden en bicicleta.

Pero el fervor y el gran aumento de los habitantes de la convulsa capital colombiana por la bicicleta no es nuevo, en el país sudamericano en general siempre ha existido un gusto por el ciclismo, en ese sentido, Angélica Castellanos, le dijo a la Voz de América, que aprovecha la llegada del fin de semana para salir a rodar en bicicleta.

“Hacemos deporte, salimos de la casa, nos distraemos, vemos gente, realmente es una actividad diferente para hacer los domingos”, destacó a la VOA, Castellanos, quien a pesar de la lluvia disfrutaba del recorrido en bicicleta por la carrera Séptima, una de las más importantes avenidas de la ciudad, que por unas horas deja fuera a los autos para que los ciclistas tomen su lugar.

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