En la jornada participaron el Comandante General de las Fuerzas Militares, el Comandante del Ejército Nacional, el Director de la Policía Nacional, autoridades del departamento y los alcaldes de Tunja y Ventaquemada. Entre todos se hizo una evaluación de la situación de seguridad del territorio y se ultimaron detalles para la conmemoración del 7 de agosto.
Los delegados del Gobierno Nacional indicaron que tenían informaciones de inteligencia sobre posibles hechos de vandalismo o de toma o manifestación en el Altar de la Patria para esta fecha, razón por la cual decidieron adelantarse y tomar medidas.
“No vamos a permitir que el Altar de la Patria, como lo es el Puente de Boyacá, sea vandalizado, ni siquiera con un grafiti como pasó con el Monumento a Los Héroes en Bogotá, que en tres días lo acabaron”, expuso el ministro, Diego Molano.