Bogotá D.C., 26 de septiembre de 2017. La Región Administrativa y de Planeación Especial en convenio con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Gobernación de Cundinamarca, inició la fase de implementación del proyecto de compras institucionales que tiene como propósito incluir la agricultura familiar en los diversos canales de comercialización y potencializar la asociatividad de los territorios de la Región Central.
La iniciativa consiste en la implementación de una estrategia de compras públicas y privadas para atender un porcentaje de la demanda en las entidades, que de manera descentralizada, fomente la producción local y apoye la comercialización de la economía campesina.
«Adelantamos procesos que conviertan a nuestros agricultores familiares en protagonistas de las compras institucionales en sus territorios», comentó Diego García, Director Ejecutivo de la RAP-E.
Como producto del convenio se espera que una de las asociaciones termine fortalecida y con capacidad de conformarse como operador logístico «sin propiedad de producto», y de esta manera, pueda garantizar precios justos tanto a productores como a consumidores finales.
Así mismo, 100 organizaciones de agricultura familiar serán identificadas y capacitadas para que puedan participar de la estrategia y se prevé que 10 de estas logren pre acuerdos comerciales para eventuales compras institucionales.
Para la RAP-E es necesario incluir las compras institucionales en las cadenas de abastecimiento, pues de esta manera se puede garantizar calidad, diversidad y precios justos en la oferta de alimentos, al tiempo que se promueve el empleo y se fomenta el desarrollo local.
A partir de ello, podrían superarse los problemas presentes en el circuito de comercialización tradicional, como: la dependencia a intermediarios, el incremento de precios que no beneficia al productor y la inseguridad alimentaria y mal nutrición.
«Es indispensable socializar directamente con las instituciones públicas y privadas sobre los productos y las prácticas de la agricultura familiar, de esa forma también estaríamos ayudando a su fortalecimiento y crecimiento», expresó García.
Este proyecto se desarrolla en aras de cumplir con la estrategia de seguridad alimentaria y de economía rural de la RAP-E, que tiene como propósito mejorar la productividad rural mediante la diversificación, modernización tecnológica, la innovación y la consolidación de canales de comercialización.
María Teresa Blanco
Periodista
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John H. Barrera
Asesor de Comunicaciones
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