La ruta “Colibrí”, implementada por el proyecto BiciRegion de la RAPE Región Central, es denominada así por el canto y espectaculares colores de estas especies, además de copetones y toches, que acompañan a los bicituristas durante gran parte de los 60 km de recorrido.
El punto de partida es en La Calera, Cundinamarca, donde se acostumbra a “recargar baterías” con la típica agua de panela con queso y almojábana o el caldo de costilla apetecido por residentes y visitantes de este municipio.
El recorrido continúa hacia Sopó, uno de los municipios más hermosos del departamento. Allí está el Parque Ecológico Pionono que cuenta con panorámicas extraordinarias, y se observan aves nunca vistas; pues es uno de los puntos más importantes para el avistamiento de aves en Colombia. Imposible dejar de tomar una buena fotografía.
Por esta ruta hay muchos planes para hacer un alto en el camino y disfrutar de estos: Parapente si se trata de vivir nuevas aventuras, o para los amantes del arte y la religión un recorrido por la iglesia Divino Salvador, donde se exponen las reconocidas pinturas de los 12 Arcángeles, una de las obras más representativas del arte colonial del siglo XVII del país.
Al adentrase un poco más, los pedalistas llegan, medio de la espesa y verde sabana de Cundinamarca, hasta Tocancipá, el epicentro de los deportes de motor donde se realizan reconocidas competiciones automovilísticas y motociclísticas.
En este municipio también se encuentra la tradicional Estación del Ferrocarril y el Parque Jaime Duque, un espacio de atracciones y recreación en familia donde se puede tener contacto con diferentes especies de animales silvestres. Lo ideal es que allí se llegue a la hora del almuerzo por la variedad de restaurantes campestres que ofrecen el mejor asado de la región
Al descender se llega a Nemocón, reconocido por la famosa Mina de Sal que está a 80 mts bajo tierra. Allí la experiencia es alucinante desde que se camina en medio de las estalactitas que se han formado a través de los años, hasta llegar a las concentraciones de salmuera que forman espejos naturales que reflejan el techo de la mina y genera un efecto óptico en el que los visitantes sienten estar caminando al borde de una pendiente.
El recorrido termina en Suesca, uno de los puntos de encuentro de los amantes del ecoturismo y los deportes extremos como la escalada en roca. La Ruta Colibrí está llena de vida, belleza e inspiración en medio de los hermosos paisajes de andinos.