Con el reconocimiento y la certificación de 45 Guardapáramos voluntarios de Boyacá, la RAPE – Región Central culmina la fase de formación de 225 guardaparamos voluntarios quienes desde el año anterior vienen adelantando iniciativas de protección y conservación de estos ecosistemas
vitales para mantener los ciclos del agua del centro del país.
En el 2018 la RAPE capacitó a un grupo de 120 quienes ya tienen implementados varios proyectos dirigidos a la protección de recursos naturales, y hoy con el grupo de Boyacá se completan 225 líderes formados a quienes la entidad seguirá apoyando con recursos técnicos y financieros para que puedan llevar a cabo las iniciativas en sus territorios.
“Como habitante del Cocuy vemos todos los días como las especies de nuestro páramo se ven amenazadas por los malos manejos y la falta de conciencia de los hombres con el ecosistema. No nos podemos quedar con los brazos cruzados y por eso tomamos la desición de convertirnos en GuardaPáramos”, indicó Luis José Mora, quien acaba de recibir este título.
Por su parte Diego Tolosa, otro de los Guardapáramos certificados manifestó: “nosotros tenemos que dejarle algo a las generaciones que vienen y en los páramos está la vida, por eso la importancia de cuidarlos de manera urgente”.
La siguiente fase del programa consiste en consolidar las redes de cuidadores ambientales, quienes involucrarán a sus comunidades en la implementación de los programas de conservación de los ecosistemas de páramos.
«Desde la RAPE seguiremos apoyando las iniciativas propias de estos voluntarios que adelantan labores en restauración, reforestación de especies nativas, limpieza de humedales y quebradas asociadas a los complejos de páramos que generan el nacimiento de lagos, ríos y por ende, el abastecimiento de los embalses de la Región Central», manifestó Fernando Florez Espinosa, director de la RAPE – Región Central.
Para la puesta en marcha de estos programas la RAPE buscará integrar a las autoridades territoriales, al sector privado y las Corporaciones Autónomas Regionales.