El Plan de Seguridad Hídrica de la RAP-E afrontará los problemas asociados a este recurso, de acuerdo con lo acordado en el Pacto SumaPaz. Durante el mes de mayo, serán socializadas las conclusiones del trabajo entre el PNUD y esta Entidad con diferentes países de Latinoamérica.

(RAP-E, 7 de febrero de 2021). El resultado de la alianza entre la Región Administrativa de Planeación Especial (RAP-E) y el Programa de las Naciones Unidas Para el Desarrollo (PNUD) entregará al país, luego de un año de trabajo, un Plan de Seguridad Hídrica para la Región Central, que tiene como objetivo principal asegurar la provisión del recurso de una manera sostenible y segura para Bogotá, Boyacá, Cundinamarca, Huila, Meta y Tolima.

“El Plan de Seguridad Hídrica es de vital importancia porque nos permite estar preparados para los desafíos que vamos a tener en la Región Central frente al recurso hídrico. Por ejemplo, los desafíos a los que nos enfrentará el cambio climático o el deterioro de los ecosistemas. Igualmente, los que, estimamos, van a ocurrir por el incremento en la demanda del recurso hídrico en este territorio que, para el 2050, estimamos sea de un 19% más que el actual” explicó Jimena Puyana, gerente nacional de Desarrollo Sostenible del PNUD.

Dentro de los principales resultados de esta alianza, en la primera etapa, se evidencian los siguientes:

– Baja proporción de áreas protegidas.
– Los esfuerzos fiscales no se ven reflejados en la mejora de cobertura (acueducto y alcantarillado) y conservación de rondas.
– El 76% de las cuencas de la Región Central no cuentan con un Plan de Manejo y Ordenamiento de una Cuenca (Pomca).
– El 35% de los distritos no tienen concesión de agua.
– Baja proporción de áreas de bosques y rondas hídricas.

Ante la alarmante situación por la que atraviesa el recurso hídrico, Paola Núñez, directora técnica de la RAP-E aseguró: “ahora vamos a iniciar un proceso de prospectiva, mirar a futuro cómo nos imaginamos el territorio de la Región Central en materia de seguridad hídrica, para desde allí poder identificar cuáles son las acciones y proyectos que debemos realizar para garantizar que en el futuro podamos tener agua limpia y disponible”.

Por lo pronto, los expertos del PNUD, que acompañarán la puesta en marcha del Plan, proponen algunas soluciones dentro de las que se incluyen:

1. Mejorar las capacidades institucionales y de gobernanza.
2. Implementar un modelo integral, que habilite el desarrollo sostenible de la región, mediante la gestión de la gobernanza, la salud de los ecosistemas asociados al agua, la gestión integral del recurso hídrico, el mejoramiento de la resiliencia y el uso responsable y eficiente en las actividades productivas.
3. Garantizar la disponibilidad y calidad del agua a largo plazo.

Finalmente, los líderes del proyecto aseguraron que ya se encuentran abriendo espacios de socialización con diversos actores institucionales, sector privado, institutos de investigación y sociedad civil.

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