- Reconocido por su sabor, valor nutricional y versatilidad culinaria, el mango enfrenta un desafío urgente: cerca del 38% de su producción se pierde en etapas postcosecha, debido a la ausencia de tecnologías adecuadas para su conservación y transformación.
- En 2023, la Región Central de Colombia cosechó más de 139 mil toneladas de mango.
- Más de 130 productores, investigadores, estudiantes y líderes del sector agroalimentario participaron en el seminario.
Bogotá, D. C., 1 de agosto de 2025. En el marco del compromiso por impulsar sistemas agroalimentarios sostenibles y fortalecer las cadenas productivas de alto valor en el centro del país, la RAP-E Región Central lideró un encuentro técnico alrededor del mango, en alianza con Agrosavia, ICA, Fedemango y Asohofrucol. Una jornada pionera en la que se promovió la articulación institucional, la innovación científica y la transferencia de conocimiento como pilares para una producción más eficiente, rentable y adaptada a los desafíos del territorio.
“Este primer espacio técnico alrededor del mango, surge como respuesta a la necesidad de articular los esfuerzos que se adelantan entre Cundinamarca y Tolima para consolidar un clúster productivo. Gracias al respaldo técnico e investigativo de Agrosavia sobre los principales retos fitosanitarios, fue posible compartir conocimientos clave que fortalecen la toma de decisiones en el campo. Este tipo de encuentros permite construir una visión conjunta con los actores del territorio, fomentar el trabajo asociativo y proyectar el mango como una apuesta estratégica para el desarrollo regional”, aseguró Jorge Eduardo Aya Rodríguez, responsable del eje de Infraestructura de Transporte, Logística y Servicios Públicos de la RAP-E.
El seminario que se desarrolló en las instalaciones del Centro de Investigación Nataima, de Agrosavia, ubicado en El Espinal, Tolima, una de las zonas productivas más importantes de la Región Central, incluyó ponencias especializadas sobre control de plagas, manejo fitosanitario y estrategias de adaptación al cambio climático. Además, los asistentes participaron en una visita técnica al Banco de Germoplasma de Mango, donde se evidenciaron avances en investigación aplicada, conservación de variedades y transferencia tecnológica orientada al fortalecimiento del cultivo y su posicionamiento en mercados, gracias a sus propiedades organolépticas y adaptativas.
Un fruto con sabor a oportunidad
Como parte del intercambio de experiencias, se destacó el caso de éxito financiado por la RAP-E junto a la Asociación de Agroproductores del Tolima, Mangovipaz, y la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria, Agrosavia: el deshidratador solar de mango, implementado en la vereda Guasimal, en El Espinal. Esta infraestructura tecnológica transforma 60 kilos de mango fresco en aproximadamente siete kilos doscientos gramos (7,2 kilos) de mango deshidratado mediante un sistema autónomo que opera con energía solar, sin necesidad de combustibles fósiles ni conexión a la red eléctrica, que ha permitido reducir significativamente las pérdidas poscosecha.
Por su parte, Diego Navarro, profesional de transferencia tecnológica del Centro de Investigación Nataima, resaltó que: “Este seminario permitió socializar los avances más relevantes en el manejo fitosanitario del cultivo de mango, especialmente frente a enfermedades como la antracnosis, que representa una de las principales limitantes para la producción y exportación. También compartimos recomendaciones sobre el control de trips, así como el desarrollo de tecnologías poscosecha como el deshidratador solar”.
De acuerdo con la Evaluación Agropecuaria Municipal (EVA) del Ministerio de Agricultura, en 2023 la Región Central produjo más de 139 mil toneladas de mango, siendo Cundinamarca el principal productor con 94.079 toneladas, seguido de Tolima con 40.540, Huila con 3.938, y Boyacá con 554. Los municipios del Tolima: Guamo y El Espinal , así como los de Cundinamarca: La Mesa, Anapoima, Tocaima, El Colegio, Cachipay, Viotá, Apulo y Quipile se consolidan como núcleos claves en el cultivo de esta fruta, gracias a condiciones agroclimáticas privilegiadas y al saber campesino que se transmite entre generaciones.
El impacto del seminario también se vio reflejado en las voces de las organizaciones participantes. Desde el saber local y la experiencia en campo, asociaciones productoras valoraron estos espacios de formación, articulación e intercambio. Así lo expresó Rosalba Castro, representante legal de la Asociación Aspromango de Quipile, Cundinamarca: “El programa fue muy completo y nos permitió aprender muchísimo, especialmente sobre el manejo de la mosca de la fruta, que tanto nos afecta en el campo. Me llevo el compromiso de compartir este conocimiento con mis socios, para mejorar nuestras prácticas, evitar la pérdida de fruta y avanzar juntos hacia una producción más organizada”, destacó.
