- Con el objetivo de proteger los ecosistemas de alta montaña que abastecen de agua a más de 10 millones de personas de la Región Central de Colombia, se lanzó oficialmente el proyecto “Ordenamiento alrededor del agua y adaptación climática en el paisaje Chingaza–Sumapaz–Guerrero–Guacheneque”.
- La iniciativa representa una apuesta histórica por la resiliencia climática, la seguridad hídrica y la conservación de la biodiversidad.
Guatavita, Cundinamarca, 19 de agosto de 2025. Este proyecto que marca un hito en la conservación de los páramos colombianos es liderado por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, a través del Fondo para la Vida y la Biodiversidad, la Gobernación de Cundinamarca, Conservación Internacional Colombia y la Región Administrativa y de Planeación Especial (RAP-E) Región Central. Su propósito es avanzar en la restauración de los ecosistemas de alta montaña y promover prácticas sostenibles que garanticen agua y biodiversidad en el largo plazo.
El evento de lanzamiento reunió a representantes del Gobierno Nacional, autoridades regionales, alcaldes de los municipios involucrados, organizaciones ambientales y comunidades locales, protagonistas en la conservación de los ecosistemas que dan vida. De manera especial, se agradeció al municipio de Guatavita y a su alcalde, Aldemar Cortés González, por acoger esta iniciativa y brindar una cálida bienvenida.
“Este proyecto tiene acuerdos muy valiosos, principalmente con las comunidades rurales, que permitirán garantizar no solo la conservación, sino también el desarrollo sostenible de sus actividades, en beneficio de la seguridad hídrica y de una región del país”, afirmó Jairton Diez Díaz, asesor del programa de la Ecorregión Páramos y de la Dirección de Bosques del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible.
Desde la RAP-E Región Central, su gerente, Ricardo Agudelo Sedano, destacó el enfoque territorial del proyecto: “Damos inicio a un proyecto que marcará un antes y un después en la Región Central: ordenar el territorio alrededor del agua. No es solo un esfuerzo técnico, es un compromiso ético y colectivo con la vida. El agua debe ser el eje que ordena la vida, estructura el paisaje y sostiene el desarrollo. Este proyecto, parte del Plan de Seguridad Hídrica 2024–2030, garantizará sostenibilidad, equidad y resiliencia a través de una gobernanza participativa, incluyente y adaptativa”.
Por su parte, Fabio Arjona, director ejecutivo de Conservación Internacional Colombia, subrayó la urgencia de actuar frente al cambio climático: “La reciente crisis de racionamiento de agua en Bogotá nos recordó que el cambio climático ya está aquí y que debemos actuar con urgencia. Este proyecto es una respuesta concreta: cuidar los páramos es cuidar el agua, nuestra salud, nuestra economía y nuestro futuro. El corredor Chingaza -Sumapaz – Guerrero – Guacheneque conecta ecosistemas estratégicos que no solo abastecen a millones de personas, sino que también nos permiten adaptarnos al clima cambiante con soluciones basadas en la naturaleza”.
Desde la Gobernación de Cundinamarca, liderada por el gobernador Jorge Emilio Rey Angél, se reafirmó el compromiso con la protección de los ecosistemas de páramo y bosque altoandino en este corredor, el cual comprende cerca de 237 mil hectáreas de los páramos delimitados de Cundinamarca. Estas áreas son vitales para la provisión hídrica del departamento y de la ciudad de Bogotá, así como para la conservación de la biodiversidad y las acciones de adaptación y mitigación del cambio climático.
“Le apostamos a la reconversión productiva y a los modelos de gobernanza que permitan consolidar una economía dinámica en los territorios, pero siempre respetando la conservación, el cuidado de los páramos y los bosques de alta montaña. El papel del departamento ha sido el de articulador, con un equipo técnico que impulsa estas actividades a través del trabajo comunitario”, aseguró Diego Cárdenas Chala, secretario de Bienestar Verde de la Gobernación de Cundinamarca.
Así se desarrollará el proyecto para cuidar el agua y la vida
El proyecto se implementará en varias fases, la primera estará enfocada en la conservación de los ecosistemas de alta montaña, el monitoreo del clima y la biodiversidad, y en programas de educación ambiental y restauración ecológica.
Entre los principales resultados de esta etapa se espera la formulación del Plan de Manejo del Parque Regional Natural Vista Hermosa de Monquentiva, el registro de 30 nuevas reservas naturales de la sociedad civil ante Parques Nacionales Naturales, la instalación de 32 puntos de monitoreo de clima y biodiversidad, la planificación colectiva de la adaptación en cuatro microcuencas y a nivel de finca, así como el inicio de procesos de restauración en 800 hectáreas de páramo, bosque andino y humedales, además de 180 hectáreas destinadas a acciones de reconversión productiva hacia transiciones justas.
Este proyecto de ordenamiento alrededor del agua articulará esfuerzos institucionales de carácter nacional, regional y departamental, que, sumados al trabajo comunitario y al fortalecimiento de capacidades de organizaciones de base, permitirán alcanzar en su primera fase metas clave como la restauración ecológica de 800 hectáreas de páramos y bosques, la reconversión productiva en 180 hectáreas con actividad agropecuaria y la planificación ambiental participativa de microcuencas y áreas protegidas.
Con el liderazgo de las instituciones aliadas y el compromiso de las comunidades, esta iniciativa busca construir un modelo de ordenamiento territorial que ponga al agua en el centro de las decisiones y permita enfrentar los desafíos del cambio climático con soluciones sostenibles, inclusivas y basadas en la naturaleza.
Este es solo el comienzo de un proceso que requiere del trabajo conjunto entre autoridades, organizaciones y ciudadanía. Cuidar los páramos es cuidar el agua, y cuidar el agua es cuidar la vida.
