• Esta conmemoración, organizada por el Instituto Internacional del Agua de Estocolmo (SIWI), se celebra del 24 al 28 de agosto de 2025 y busca sensibilizar sobre la importancia de proteger este recurso vital. En este contexto, la RAP-E Región Central resalta el valor estratégico del agua en sus territorios y las acciones que adelanta a través de su Plan de Seguridad Hídrica (PSH).
  • La entidad también cuenta con la Estrategia para la Gestión Integral de los Complejos de Páramos, iniciativa que orienta la conservación y el manejo sostenible de estos ecosistemas clave para la seguridad hídrica nacional.

Bogotá D. C., 26 de agosto de 2025. En el marco de la Semana Mundial del Agua, la Región Administrativa y de Planeación Especial (RAP-E) Región Central se suma a este llamado global que reúne a expertos, gobiernos, instituciones y comunidades para reflexionar sobre los retos que enfrenta el recurso hídrico frente al cambio climático, la contaminación y otros factores.

La Región Central es el corazón hídrico de Colombia. Aquí se encuentran 5 de las 6 masas glaciares del país, 18 complejos de páramos distribuidos en más de 1,4 millones de hectáreas que abarcan 183 municipios, y ríos estratégicos como el Magdalena, Sumapaz y Bogotá, además de afluentes fundamentales como el Amoyá, Ariari, Coello, Cravo Sur y Suaza. Estos territorios concentran también 78 de las 309 subzonas hidrográficas del país, lo que convierte a la región en un epicentro clave para la seguridad hídrica nacional.

Ricardo Agudelo Sedano, gerente de la RAP-E Región Central, subrayó: “El patrimonio más valioso, el bien común que tiene la Región Central es el agua. Debemos trabajar para conservarla y asegurar que siempre esté disponible para el consumo humano, el campo, la producción agrícola e incluso la industria. Somos guardianes de 18 complejos de páramo, de cinco de los seis glaciares del país y de ríos que son símbolo de unidad nacional como el Magdalena, el Bogotá y el Meta”.

De los 18 complejos de páramos de la región, el Cruz Verde – Sumapaz es el de mayor extensión, con el 21,8 %, seguido de la Sierra Nevada del Cocuy (13,4 %), Tota-Bijagual-Mamapacha (10,3 %), Las Hermosas (8,5 %) y el Nevado del Huila – Moras (5,3 %). Otros, como el Altiplano Cundiboyacense, Miraflores y Los Picachos, representan el 1,9 % del área total de páramos de la Región Central, pero son igualmente estratégicos para la provisión de agua.

En este contexto, el Plan de Seguridad Hídrica de la Región Central se consolida como la hoja de ruta de la RAP-E para proteger los ecosistemas estratégicos y garantizar bienestar y sostenibilidad para las generaciones presentes y futuras.

“Este esfuerzo que lidera la RAP-E está al servicio de la ciudadanía, de las organizaciones sociales y de los gobiernos, y se enfoca en cinco propósitos fundamentales: fortalecer la gobernanza del agua, proteger páramos y bosques, mejorar la gestión del recurso, aumentar la resiliencia frente al cambio climático y garantizar un acceso sostenible para las comunidades y los sistemas productivos”, concluyó Agudelo.

De manera complementaria, la RAP-E formuló la Estrategia para la Gestión Integral de los Complejos de Páramos, una iniciativa que orienta la planificación y el manejo sostenible de estos ecosistemas, articulando a autoridades ambientales, entidades territoriales y comunidades locales. Su propósito es garantizar la protección y conservación de los páramos mediante acciones de restauración, monitoreo, investigación y fortalecimiento de la gobernanza ambiental, reconociendo que estos territorios son esenciales para la seguridad hídrica de millones de personas.

Con estas acciones, la RAP-E reafirma su compromiso con la protección de los ecosistemas estratégicos y con la construcción de un modelo de gestión del agua que garantice bienestar y sostenibilidad para las generaciones presentes y futuras.

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