- Cerca de 3.000 comunidades en el país tienen el potencial de convertirse en generadoras de energía limpia y sostenible bajo el modelo de comunidades energéticas, de acuerdo con el Ministerio de Minas y Energía.
- Las comunidades energéticas son grupos de ciudadanos, empresas o entidades que producen, gestionan y consumen energía de manera sostenible, colaborativa y local buscando el fortalecimiento regional, la soberanía energética y la aceptación social.
Bogotá, D. C., 12 de septiembre de 2025. Con el propósito de impulsar la transición energética en el centro del país y consolidar la participación comunitaria en la generación y gestión de energías limpias, la RAP-E Región Central socializó en el panel ‘Perspectivas de las Comunidades Energéticas’, realizado en el marco de la Cumbre Internacional de Sostenibilidad e Innovación Ambiental 2025, su modelo pionero que articula territorio, tecnología y cooperación institucional. Este escenario reunió a líderes territoriales, autoridades nacionales y representantes internacionales, permitiendo demostrar cómo desde la región se avanza en una metodología innovadora que combina rigor técnico, gobernanza y participación ciudadana.
“Nuestra ‘Guía para el Desarrollo de Comunidades Energéticas en la Región Central’, es un instrumento diseñado para que organizaciones sociales y grupos ciudadanos puedan impulsar estos proyectos, avanzar hacia la soberanía energética y reducir costos en sus territorios. Además, en articulación con el Ministerio de Minas y Energía y la Fundación Paz & Reconciliación (PARES), acordamos la creación de una Federación Nacional de Comunidades Energéticas y el diseño de un fondo exclusivo para financiar estos procesos, cuya convocatoria nacional se realizará próximamente. Con estas iniciativas seguimos fortaleciendo a las comunidades y construyendo región”, aseguró Ricardo Agudelo Sedano, gerente de la primera entidad supradepartamental del país.
La presentación de la guía evidenció que el avance hacia comunidades energéticas trasciende lo técnico y lo financiero: implica construir confianza, fortalecer el tejido social y generar mecanismos de participación que permitan a los territorios convertirse en protagonistas de su propio desarrollo energético. En este contexto, el rol de los aliados estratégicos fue clave para trazar nuevas rutas y enriquecer la discusión.
En el mismo sentido, se destacó la necesidad de sumar esfuerzos para que las comunidades energéticas se conviertan en un modelo viable de transición hacia fuentes renovables. “Se evidencian los retos nacionales y regionales, pero también las rutas para convertir la transición energética en una realidad en nuestros territorios. Con estas acciones seguimos contribuyendo a la construcción de territorios resilientes, adaptados y sostenibles”, afirmó Diego Cárdenas Chala, secretario de Bienestar Verde de Cundinamarca.
Las reflexiones compartidas durante el panel coincidieron en que la transición energética debe asumirse como un proceso integral, que articule innovación tecnológica, planeación territorial y modelos de gestión capaces de garantizar resultados sostenibles. Este enfoque abre camino a políticas públicas más efectivas y a proyectos con capacidad de transformar realidades locales, al tiempo que fortalecen la resiliencia de los territorios frente a los desafíos ambientales y económicos.
“Estamos trabajando de manera decidida en el impulso de las comunidades energéticas, como parte de esta nueva ola de transición energética que vive el mundo y que Colombia no puede dejar pasar. Hemos encontrado en el Ministerio de Minas y Energía y, en la RAP-E Región Central, aliados clave con quienes compartimos espacios de articulación. Apenas estamos comenzando, pero lo estamos haciendo bien en dirección a un futuro sostenible”, concluyó León Valencia, director de la Fundación Paz & Reconciliación (PARES).
