El articulado faculta a las Regiones Administrativas y de Planificación – RAP para presentar proyectos de impacto ante el Gobierno Nacional, cooperación internacional y Organizaciones de Estados de Cooperación Multilateral.
Con la sanción presidencial de la Ley 1962 «Por la cual se dictan normas orgánicas para el fortalecimiento de la Región Administrativa de Planificación – RAP….» los 32 departamentos del país tendrán la posibilidad asociarse para planificar e implementar, de manera conjunta, sus estrategias de desarrollo en un escenario de descentralización y autonomía.
» Desde la RAPE Región Central, primera RAP creada en el país, en septiembre de 2014, celebramos la sanción, que en este año del bicentenario le cae muy bien al país. Tenemos por primera vez un hecho concreto que impulsa la planeación y la organización de los territorios a partir de una visión regional, para la ejecución de recursos públicos en el corto, mediano y largo plazo, como lo ha venido desarrollando la RAPE, como entidad pionera en estos esquemas de asociatividad en el país”. Afirmó Fernando Florez, director de la Región Central, RAPE.
La importancia de la nueva Ley permitirá a los departamentos construir su visión de desarrollo a partir de: la descentralización, el reconocimiento de la identidad de las regiones y la autonomía territorial bajo un esquema que integre el desarrollo de las mismas a partir de la concurrencia de los territorios urbanos y rurales.
“El fortalecimiento de la unidad de los criterios regionales permitirá fortalecer las capacidades de los territorios, la identidad y una asignación de funciones concretas para focalizar efectivamente la inversión de los recursos hacia la solución de problemas comunes, superando el actual problema de la inversión atomizada, que resulta insuficiente para atender de manera efectiva las necesidades de nuestras comunidades”, agregó el director.
Las vías de comunicación con el Gobierno central también se verán beneficiadas, permitiendo la promoción de mejores capacidades de los departamentos y el fortalecimiento de las estrategias para superar la desigualdad en los territorios, ya que a través de la articulación de proyectos se facilitará la gobernanza a nivel país, que es uno de los principales desafíos que tiene Colombia. Las RAP se convierten en esa herramienta para materializar las relaciones y las faculta para presentar proyectos de impacto ante el Gobierno nacional, cooperación internacional y Organizaciones de Estados de Cooperación Multilateral.
“La ley prevé herramientas tan importantes como que las RAPS presten la asistencia técnica necesaria a cada uno de sus asociados a través de la generación de buenas prácticas de gobierno. Además las RAPS, serán las encargadas de la puesta en marcha planeación estratégica de planes, programas y proyectos se estructuren a través del interés mutuo para superar las brechas que generan pobreza, iniquidad y retraso institucional entre las regiones. Adicionalmente, nos permite dar a los Planes de Desarrollo de los departamentos un enfoque regional y generar alianzas importantes para lograr grandes proyectos que realmente impacten el desarrollo de los departamentos”, sostuvo Fernando Florez.
El cuidado y la protección del medio ambiente también se verá beneficiado, según lo señaló el director de la RAPE: “Nos permitirá planificar de manera acertada la protección de nuestros recursos naturales, ya que los territorios comparten ríos, páramos y un sin número de ecosistemas donde se podrán en marcha estrategias y trabajo conjunto y articulado de manera más eficiente en los departamentos”.
Lo que sigue
Dentro de las tareas pendientes que plantea la nueva norma está la decisión de los departamentos para que asuman la puesta en marcha de la asociación con los territorios vecino y quedan en libertad y autonomía de poder asociarse en la región que más les convenga.
Además del Gobierno Nacional en seis meses debe crear una Misión de Descentralización que será la que a su vez establecerá el conjunto de normas que requieran las regiones para implementar lo estipulado en la Ley, y crear en un término de 12 meses una política de co-financiación para los proyectos de las regiones.
A la Región Central, RAPE, le plantea una transformación como entidad pionera a nivel nacional y la misión de asesorar y acompañar la creación de las otras RAPS.