• El ambicioso proyecto aprobado por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, a través del Fondo para la Vida y la Biodiversidad, tendrá como principal objetivo la recuperación de los ecosistemas de alta montaña, como lo son Chingaza, Sumapaz, Guerrero y Guacheneque, que son fundamentales para la seguridad hídrica del centro del país
  • “Este proyecto es por un monto superior a los 90 000 millones de pesos y se ejecutará en dos años y medio de la mano del Gobierno Nacional, y constituiría la ejecución en firme del Plan de Seguridad Hídrica de la Región Central”, explicó Ricardo Agudelo Sedano, gerente de la entidad supradepartamental.
  • Serán intervenidas 9 000 hectáreas en Bogotá y los municipios de Zipaquirá, Tausa, Cogua, Villapinzón, Sesquilé, Guatavita, Choachí, Guasca, La Calera, Ubaque y Fómeque, en Cundinamarca; e igualmente en el departamento del Meta, en los municipios de San Juanito y El Calvario.

Bogotá D. C., 24 de junio de 2024. En un hito para la Región Central se convertirá el proyecto de ordenamiento territorial alrededor del agua y la adaptación climática en los paisajes naturales y de alta montaña de Chingaza, Sumapaz, Guerrero y Guacheneque, que han presentado grandes transformaciones durante los últimos años asociadas a la ampliación de la frontera agrícola

Esta iniciativa, presentada por la RAP-E Región Central, la ONG Conservación Internacional Colombia y la Gobernación de Cundinamarca, tendrá un costo superior a los 90 000 millones de pesos, se implementará durante los próximos 30 meses hasta el 2026 y beneficiará a más de 10 600 habitantes y sus familias en 11 municipios de Cundinamarca, dos del Meta y la capital de la república.

“Esta es una gran noticia para los habitantes de la Región Central. El Fondo para la Vida y la Biodiversidad del Ministerio de Ambiente aprobó a la RAP-E este importante proyecto para la preservación y el cuidado del agua de los páramos. Esto constituiría la posibilidad de ejecutar el Plan de Seguridad Hídrica de la Región Central”, señaló el gerente de la entidad supradepartamental, Ricardo Agudelo Sedano.

Este proyecto, además, representa una oportunidad de articular las iniciativas de la RAP-E Región Central con el Plan Nacional de Desarrollo “Colombia Potencia Mundial de la Vida”, teniendo como premisa la transformación del ordenamiento territorial alrededor del agua y la justicia ambiental e, igualmente, con los planes de desarrollo territoriales y los planes de gestión ambiental promovidos por las corporaciones autónomas regionales.

Componentes del proyecto

El proyecto, que tendrá un importante enfoque de género, fortaleciendo asociaciones locales lideradas por mujeres, tendrá tres componentes principales: conservación, gobernanza y adaptación al cambio climático.

Estos componentes tendrán a su vez como objetivos específicos la conservación de manera integral los ecosistemas estratégicos en la alta montaña para la seguridad hídrica; el mejoramiento de la capacidad instalada de las comunidades para enfrentar los impactos al cambio climático; y el fortalecimiento de los sistemas de gobernanza territorial y gestión socioambiental comunitaria en la alta montaña.

“Estamos muy felices con esta aprobación de este proyecto, que forma parte de la respuesta que el Gobierno Nacional aporta para la crisis de agua que vive Bogotá y la Región Central, y que hacen parte de las soluciones de largo plazo para la mitigación de la crisis climática”, indicó Fabio Arjona, vicepresidente de Conservación Internacional.

Cada uno de los componentes del proyecto tendrá como metas puntuales:

  • La formulación del Plan de Manejo del Parque Natural Regional Vistahermosa Monquentiva, en Cundinamarca; así como el acompañamiento y el registro de 30 nuevas reservas naturales de la sociedad civil y sus respectivos planes de manejo.
  • La realización de múltiples encuentros sociales con comunidades campesinas y urbanas, así como el intercambio de experiencias y la firma de acuerdos socioambientales para la protección y el cuidado de la alta montaña.
  • Acuerdos prediales para la gestión sostenible, la restauración, recuperación y rehabilitación de áreas degradadas, la implementación de prácticas de producción agropecuarias amigables con el medio ambiente, y la identificación de iniciativas de canales de comercialización.

Por último, el proyecto contribuirá de manera directa a tres de los objetivos de desarrollo sostenible planteados por Naciones Unidas, como lo son promover la gestión del agua limpia y el saneamiento básico, preservar la vida de los ecosistemas terrestres, y fortalecer la resiliencia y la capacidad de adaptación a los riesgos relacionados con el clima y los desastres naturales.

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