Después de implementar un plan piloto en el municipio de Cogua, la RAP-E y la Secretaría de Integración Regional de Cundinamarca, inician transferencia de conocimientos a 20 poblaciones del departamento, con miras a ampliarse a otros en el país.
(Bogotá, 30 de julio de 2020). Desde ahora, los municipios de Cabrera, Cogua, Fusagasugá, Gachancipá, La Calera, Pasca, San Bernardo, Sesquilé, Sibaté, Subachoque, Suesca, Susa, Soacha, Sopó, Tabio, Tausa, Tocancipá, Ubaté, Venecia y Zipaquirá, iniciarán la ejecución del modelo implementado por la Región Central (RAP-E) y la Secretaría de Integración Regional de Cundinamarca, que tiene como finalidad otorgar un reconocimiento en especie a las comunidades que trabajan por el cuidado del ambiente, garantizando que los servicios ecosistémicos sean conservados.
“El programa busca generar incentivos a los campesinos que están alrededor de las zonas de protección ambiental. El propósito es que los beneficiarios reciban alguna retribución. Uno de los componentes de este modelo es que el trabajo se realiza en coordinación con las Juntas de Acción Comunal o asociaciones, con el propósito de que se genere mayor cohesión social en el territorio y que sean ellos mimos quienes nos ayuden a garantizar la sostenibilidad del proyecto”, expuso Magda Paola Núñez, directora técnica de la RAP-E.
De aquí en adelante el trabajo se enfocará en la armonización interinstitucional en el marco de la estrategia de regionalización, bajo un esquema de articulación y unión de esfuerzos entre Bogotá y los departamentos de Boyacá, Cundinamarca, Meta, Huila y Tolima, en relación con el componente de Pagos por Servicios Ambientales, el cual está inmerso en los planes de desarrollo, permitiendo así que el programa garantice un impacto contundente en la Región Central.
“En el 2019, en un trabajo conjunto con la Secretaría de Integración de Cundinamarca, se suscribió el Convenio Interadministrativo 010 de 2019, que tenía por objetivo fortalecer técnica, jurídica y financieramente este Modelo. Fueron 20 los municipios priorizados para levantar esta línea base, sobre los que se obtuvo información referente a las juntas de acueducto, las asociaciones de productores, el posible monto del incentivo y número de hectáreas, lo cual servirá como insumo para la implementación de estos esquemas, ahorrándole tiempo y dinero a los entes territoriales”, explicó Fernando Flórez Espinosa, gerente de la RAP-E.
Entre tanto, Patricia González, secretaria de Integración Regional de Cundinamarca, resaltó el trabajo que se ha venido adelantando entre las entidades, marcando la ruta de las nuevas fases de esta iniciativa. “Queremos definir un modelo conjunto que permita potenciar al máximo los recursos de los que vamos a disponer para acompañar a los propietarios de predios durante este proceso. Partiremos de la identificación de áreas estratégicas, y luego, buscaremos garantizar los servicios de agua en el municipio, tanto en lo rural como en lo urbano, así como en toda la provincia a la que pertenezca el territorio”.
La Funcionaria también anunció que en los próximos días empezará el trabajo entre las carteras de Ambiente de Cundinamarca y de Bogotá con la RAP-E, para hacer seguimiento específico de las acciones emprendidas y así lograr la consolidación del modelo.