• La Asociación Algavid, conformada por 17 mujeres campesinas, suministra alimentos como espirulina, panela, papa y frutas al Programa de Educación Inicial en el Hogar, beneficiando a comunidades vulnerables y fortaleciendo la economía local.

Líbano, Tolima, 14 de agosto de 2025. La Asociación de Mujeres Emprendedoras Rurales del Líbano (Algavid), conformada por 17 integrantes, logró consolidarse como proveedora de alimentos para el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) en el marco del Programa de Educación Inicial en el Hogar, que beneficia a infantes, mujeres gestantes y lactantes. Este logro fue posible gracias a su postulación bajo la Ley de Compras Públicas y al acompañamiento brindado por la Región Administrativa y de Planeación Especial (RAP-E) Región Central y la congresista tolimense Martha Alfonso Jurado.

Desde 2022, Algavid produce, transforma y comercializa espirulina, y actualmente también suministra otros alimentos como panela, papa y frutas. “Conocimos la Ley de Compras Públicas y nos postulamos como asociación para proveer alimentos al Estado. Fuimos seleccionadas para suministrar al ICBF y, con el apoyo de la RAP-E, hemos podido acoplarnos a un proceso nuevo para nosotras. Este acompañamiento nos ha fortalecido como asociación y nos ha permitido generar ingresos para mujeres que llevan años trabajando de manera colectiva”, afirmó Marisol Coronado, cofundadora y representante legal de Algavid.

El anuncio se dio en el marco de la Feria Internacional del Café, durante un encuentro liderado por el gerente de la RAP-E Región Central, Ricardo Agudelo Sedano, que reunió a asociaciones de mujeres campesinas del norte del Tolima para fortalecer alianzas productivas que impulsen el mejoramiento de ingresos de las familias rurales.

“Uno de los papeles principales de la RAP-E Región Central es facilitar la asociatividad territorial y, en el caso de las mujeres, promover organizaciones que piensen en cómo producir de manera amigable con el medio ambiente, transformar lo que se cultiva y venderlo. Esa comercialización puede hacerse a través de múltiples formas: mercados campesinos, Sumercé.Tienda o Compras Públicas. Debemos seguir impulsando que, por lo menos, el 30% de las compras que hace el Estado provengan de la agricultura campesina, familiar y comunitaria, como lo exige la ley. Esta tarea la desarrollamos apoyando también procesos logísticos, como la transformación de frutas, aromáticas y verduras, para reducir pérdidas y facilitar mayores ingresos para nuestros campesinos y campesinas”, señaló Agudelo Sedano.

La Ley de Compras Públicas (Ley 2046 de 2020) establece que al menos el 30% de los recursos destinados por las entidades estatales para la adquisición de alimentos deben invertirse en la compra directa a productores de la agricultura campesina, familiar y comunitaria. Esta normativa busca garantizar ingresos justos para las familias rurales, promover el consumo de productos locales y fortalecer las economías territoriales, reduciendo intermediarios y mejorando las condiciones de comercialización para quienes cultivan y transforman alimentos en las regiones.

En la reunión participaron organizaciones que ya producen, transforman y comercializan aromáticas, especias y otros productos agrícolas. Allí se socializaron las líneas de trabajo que la RAP-E impulsa dentro de su eje estratégico de Seguridad Alimentaria y Desarrollo Rural, y se presentaron oportunidades como la alianza con una empresa bogotana productora de aromáticas y especias interesada en comprar materia prima a pequeños productores, especialmente mujeres cabeza de familia.

Entre las invitadas también estuvo Ana Celia Hernández, representante legal de Raíces Ansoategunas, una asociación conformada por ocho mujeres campesinas del municipio de Anzoátegui, que produce y deshidrata plantas medicinales para aromáticas e infusiones. “Vimos en esta labor un ingreso adicional para nuestros hogares y una manera de no depender de otras personas, evitando, en muchos casos, situaciones de maltrato. Asociarnos nos ha permitido adquirir conocimientos y más recursos. Invito a las mujeres a unirse, a empezar y a no bajar la cabeza ante el primer obstáculo, sino, por el contrario, a persistir”, expresó Hernández.

El encuentro concluyó con el compromiso de construir un plan de acción para coordinar esfuerzos entre las asociaciones y vincular a más de 100 familias campesinas del norte del Tolima en un programa sostenible de generación de ingresos, con la meta de replicar este modelo en departamentos como Boyacá y Huila.

Con estas acciones, la RAP-E Región Central reafirma su compromiso de seguir construyendo región y de respaldar el lineamiento de la gobernadora del Tolima, Adriana Magali Matiz Vargas, orientado a ampliar la participación de la mujer campesina en los procesos económicos, contribuyendo así a mejorar sus condiciones de vida y las de sus familias.

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