(Bogotá, 31 de agosto de 2020). Con la puesta en marcha de la construcción de los PDET, la Alcaldía de Bogotá busca cumplir con el plan de acción en favor de la población víctima del conflicto armado, quienes anhelan una Colombia reconciliada a partir de la verdad, la justicia, la reparación y la no repetición.
La apuesta del Distrito es acompañada por los profesionales del eje de Gobernanza y Buen Gobierno de la Región Central RAP-E, con quienes también se construyó el Pacto de Sumapaz, firmado el pasado mes de febrero por los mandatarios de Bogotá, Boyacá, Cundinamarca, Huila, Meta y Tolima, el cual contemplaba, en uno de sus puntos, la implementación de una estrategia de seguridad, paz y reconciliación.
“A través de nuestra función articuladora, nos sumamos a esta intención de Bogotá y de su Alcaldía, de darle una mayor oxigenación en cuanto a recursos y dinámica que, seguramente, va a cambiar con la participación de todos los actores del conflicto armado, dando mayor legitimidad y permitiendo un desarrollo más rápido y efectivo de estos programas de enfoque territorial”, afirmó Fernando Flórez Espinosa, gerente de la RAP-E.
Los PDET Bogotá-Región tendrán como eje central la seguridad y convivencia ciudadana, la educación en primera infancia, juventud rural y urbana; territorios libres de minas antipersona; servicios públicos y vivienda y, especialmente, apropiación social de la memoria y la verdad.
“Estos dos PDET los realizamos por voluntad de la ciudadanía y la Alcaldía; queremos dar ejemplo y esa es la manera de liderar. Nuestros programas serán un instrumento de planeación territorial que requiere de la participación de los ciudadanos y las diferentes entidades, para construir una visión desde las localidades a 10 años”, indicó Claudia López, alcaldesa de los bogotanos.
Con estos programas que se desprenden del primer punto del Acuerdo de Paz, se pretende reparar integralmente a cerca de 354.633 víctimas del conflicto armado en Bogotá, razón por la cual la RAP-E continuará brindando el acompañamiento y asesoría necesaria a los actores institucionales para entregar un aporte técnico que permita, a través de sus acciones, lograr que la Región Central sea epicentro y ejemplo de paz y reconciliación en el ámbito nacional.