Según los amantes del biciturismo en el departamento del Meta, está es una de las rutas más atractivas del país para recorrer en bicicleta todo terreno: Sendas de Agua – Torrentes de Paz, ubicada entre el Pie de Monte llanero y la Sierra la Macarena.
En esta zona se escribió uno de los capítulos más importantes de la historia de Colombia en la consolidación de la paz: la entrega de armas por parte de las FARC, situación que abrió oportunidades de desarrollo turístico en el territorio por su belleza natural que seduce a locales y extranjeros, y sus maravillas escondidas que empiezan a descubrirse.
Esta ruta diseñada e implementada por la RAPE – Región Central cuenta con 70 km de recorrido. Inicia en el municipio de Mesetas, reconocido a nivel mundial por sus más de 20 de cascadas de agua que revisten sus verdes territorios, y continua hacia la Cascada Azufrada, un yacimiento hídrico que durante décadas los campesinos le han atribuido prioridades curativas y medicinales, gracias al contenido de azufre que las cubren.
Tres kilómetros adelante, los pedalistas pueden sumergirse en las aguas del Río Güejar, un cañón cuya belleza ha sido denominada por muchos de sus visitantes como el “Oasis del Llano” por sus impresionantes caídas de agua que forman piscinas cristalinas en medio de la alucinante vegetación que cubre las montañas y rocas que lo rodean. En esta zona es común encontrar especies animales como micos titís, loros y otras aves exóticas que acompañan a los bañistas.
Al continuar el recorrido, en medio de los relieves de la Serranía, los bicituristas llegan hasta el Mirador La Macarena quienes tienen el privilegio de observar una panorámica de 360 grados del paisaje llanero. Allí podrán registrar postales inolvidables de esta experiencia acompañada por el efecto del sol, confundiéndose con la gigantesca sabana que pareciera no tener fin.
El itinerario sigue en medio de la llanura hacia el Puente de la Reconciliación cuyo valor simbólico se reconoce por unir a los municipios de Lejanías y El Castillo, tras muchos años de diferencias.
Cinco kms más adelante están los misteriosos Petroglifos de Piedra Gorda, figuras grabadas en roca, cuyo significado aún se desconoce. Estas representaciones icónicas han llamado la atención de muchos investigadores y arqueólogos; algunos aseguran que las figuras provienen de pueblos prehistóricos.
Continuando con la ruta se encuentra el Río Yamanés, que nace en el páramo de Sumapaz y conecta al departamento del Meta con la Orinoquia colombiana. Cerca está el Centro Poblado Miravalles, una parada obligada para deleitar lo mejor de la gastronomía llanera y escuchar las historias de reconciliación de sus habitantes; pues ellos padecieron el conflicto armado y hoy trabajan en transformar su historia para convertirse en uno de los mejores destinos turísticos del departamento.
Esta fascinante aventura culmina en el majestuoso Río Ariari denominado como la “columna vertebral” del desarrollo del Meta, en cuyas cristalinas aguas es posible practicar rafting o descansar un poco divisando el sol naranja, típico de un hermoso atardecer llanero mientras las aves se bañan y se alimentan en esta fuente de vida.