• Cada 29 de septiembre, el mundo conmemora el Día Internacional de la Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos, una problemática que en Colombia deja más de 9,7 millones de toneladas de comida desaprovechadas al año, en un país donde millones de personas enfrentan inseguridad alimentaria.

Bogotá, D. C., 29 de septiembre de 2025. En la Región Central, conformada por Bogotá, Boyacá, Cundinamarca, Huila, Meta y Tolima, la Región Administrativa y de Planeación Especial (RAP-E) impulsa iniciativas innovadoras para enfrentar el desafío de las pérdidas y el desperdicio de alimentos. A través del Plan de Abastecimiento Alimentario de la Región Central, la Entidad orienta su gestión a reducir las pérdidas y desperdicios en cada eslabón de la cadena agroalimentaria y garantizar que la producción campesina llegue a los hogares colombianos, contribuyendo al bienestar y la sostenibilidad del territorio.

Cada año, se pierden y desperdician más de 3,8 millones de toneladas de alimentos en el centro del país (DNP, 2016). Este fenómeno no solo representa pérdidas económicas considerables, sino que también genera un fuerte impacto ambiental y limita el acceso de millones de hogares a una alimentación saludable y nutricionalmente equilibrada.

“Con nuestro Plan de Abastecimiento Alimentario estamos desarrollando programas de formación agrologística, impulsando la transformación de productos que suelen perderse en la cadena y generando alianzas con el sector público-privado y las comunidades para reducir los daños y comportamientos que incrementan las pérdidas y desperdicios. Estas acciones permiten optimizar el transporte, aprovechar excedentes y acercar la producción campesina a los mercados urbanos, mejorando la disponibilidad y la accesibilidad a los alimentos en la Región Central”, precisó Ricardo Agudelo Sedano, gerente de la RAP-E.

En este propósito, la Entidad avanza con el programa ‘Gestión Compartida de Pérdidas y Desperdicios de Alimentos (PDA)’, un modelo pionero en Colombia que establece mecanismos de coordinación entre distintos actores de la cadena agroalimentaria para reducir las pérdidas y desperdicios en todas sus etapas. Como parte de esta estrategia se implementa la campaña ‘Sin Pérdidas, Ni Desperdicios’, dirigida a sensibilizar a la ciudadanía y promover hábitos de consumo más conscientes y responsables.

La RAP-E también ha fortalecido las capacidades técnicas del sector a mediante la publicación de cuatro manuales elaborados en alianza con la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria (Agrosavia), que se han convertido en una herramienta práctica para productores, asociaciones y emprendedores rurales. Estos documentos abordan temas estratégicos como:

  • Cosecha, poscosecha, transformación de mango y aprovechamiento de biomasa residual: orientado a mejorar el manejo de este cultivo y a dar valor a los subproductos que suelen desaprovecharse. https://n9.cl/a21o4
  • Fisiología poscosecha y su aplicación en la reducción de pérdidas de guayaba y plátano: ofrece lineamientos para conservar la calidad de estas frutas y extender su vida útil. https://n9.cl/e39uqe
  • Aspectos normativos y técnicos claves para la vinculación de emprendedores agrícolas a cadenas de valor de alimentos procesados: brinda herramientas para que pequeños productores accedan a mercados más amplios y competitivos. https://n9.cl/1o0j4
  • Reflexiones sobre el rol del manejo poscosecha en la reducción de las pérdidas de alimentos y la inseguridad alimentaria: analiza cómo una mejor gestión poscosecha contribuye a reducir pérdidas y fortalecer la disponibilidad de alimentos. https://n9.cl/plihv

En el mismo sentido, la consolidación de los Corredores Logísticos Regionales (CLR) ha permitido articular la infraestructura logística, los flujos de información y las prácticas comerciales para garantizar el abastecimiento de alimentos en la Región Central.

Con estas acciones, la RAP-E Región Central demuestra que la articulación entre territorios, conocimiento técnico y compromiso ciudadano son la ruta para reducir las pérdidas y desperdicios de alimentos, y avanzar hacia un modelo agroalimentario más justo y eficiente.

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